De mi boca ya no surgen bellas palabras.
Mis palabras son frases mecanizadas que la vida me ha obligado pronunciar,
acompañadas de un frío respirar que llega a mi corazón
y lo inunda de soledad y tristeza.
Camino por la calles pensando que hacer,
camino pensando en no querer pensar.
Esta soledad cada vez me moja más de fracasos,
no me permite hacer lo que es del corazón.
Cada paso que doy es un mapa que ya estaba escrito,
no lo puedo modificar,
soy una marioneta de la vida,
que busca ser feliz y arrancar de esta horrible estructura que
hace un tiempo logré cambiar.
Subo escaleras pensando en lanzarme al vacío,
me mortifica la idea de que si salto no conozca
a ese ser que me acompañará para siempre,
pero ¿qué hago? y ¿qué hay si él jamás llega?.
Me arriesgo y continuo subiendo las escaleras
pensando en encontrarlo.
Sentada en mi sofá.
La hora avanza.
Continuo esperando...
V@!3
lunes, 19 de noviembre de 2007
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