martes, 15 de abril de 2008

Solo un día...



Son las 5 de la madrugada del primero de octubre, específicamente día domingo. ¿Cómo puede vivir un ser humano tantas emociones juntas?.

Ayer fue mi confirmación, no estaba tan rodeada de personas como en la primera comunión, pero los que estaban eran los que debían estar, los que te acarician cuando te sientes sola.

Fue un día maravilloso, lo celebré con un almuerzo familiar, y más tarde con la Grecia, “el almam de la fiestam” como dice ella, una prima de ella, la Pepona , el Andrés y él, esa persona que me hizo sentir la mujer más feliz del mundo cuando estuve a su lado, el hombre que se comunica conmigo solo con su mirada, y que fue capaz de llevarme a recorrer el mundo al tocar sus labios. Esa noche me sentí protegida al estar entre sus brazos, sentí que nadie nos podría separar, solo sus caricias me podrían importar, ¿qué éramos? Solo dos extraños que se estaban conociendo y que se querían amar. No podíamos dormir, porque habríamos perdido las caricias de nuestros labios si hubiésemos cerrado los ojos por un instante. ¿Sueño? Tal vez lo era, pero en ese instante solo me importaba no separarme de él, porque si lo hubiese hecho me habría arrepentido hasta en el final de nuestra historia. ¿Amor? No lo se, solo se que lo que sentí fue lo más parecido a ese término. El solo hecho de darnos las manos me alegraba. Darme cuenta de que no moriré sin sentir algo tan grande como lo que sentí esa noche. Éramos dos niños inexpertos que el solo besarnos nos complacía. No necesitábamos un espacio geográfico, una hora, un día, nada, solo ese sentimiento que crecía en mi corazón y tal vez en el suyo nos ayudaba a vivir ese instante perfecto. Mientras nos besábamos a escondidas como unos niños traviesos, nos hizo reaccionar un ruido, era mi hermana alistándose para esa espera de más de ocho meses, venía el en camino ese ser que me había dado las ganas de vivir después de haber estado a punto de lanzarme al abismo junto a mis penas. Mi cuerpo se volvió torpe, no sabía si ayudar o si solo disfrutar el momento. Mi hermana ya lista partió junto a mi cuñado padrino compadre a conocer al puntito que habíamos visto 4 meses atrás por una pantallita.

Más tarde, llegué junto a mi mamá, mi hermano y mí cuñada a la sala de espera. ¿Años? No fue precisamente lo que pasó, a mi se me hizo eterna esa espera que no fue realmente tan larga. A las 12:20 nos llamaron a una puerta donde se presentaban a estos angelitos, al correr una mantita blanca que lo cubría pude ver el regalo maravilloso que me había enviado Dios, era rojito, estaba hinchado, pero aun así para mi era lo más bello que podría haber visto, tal fue mi emoción que no pude evitar dejar correr las lágrimas, ese puntito que me había dado ganas de vivir estaba con nosotros, nos alegraría diariamente, solo su presencia, solo verlo me llenaba de paz. Luego fuimos a esperarlos a la pieza que se les había asignado, allí llegó nuevamente, ya no estaba rojito ni hinchado, le habían puesto un traje amarillo, se veía precioso mi angelito, le saque muchas fotos. Al terminar la hora de visitas nos fuimos a la casa, yo iba con una misión, hacer la cama de mí bebe. Subí a su pieza, guarde los regalos que había recibido y saque sus sabanas y las coloque en su cunita, nunca había disfrutado tanto de hacer una camita.

Desde aquel día han transcurrido exactamente un año y seis meses. Mi Mateito ya camina, intenta correr, juega conmigo, cantamos, nos reímos, dice varias palabras, me llama “Aaalle” y otras veces me dice “ia alle”, sigue siendo la alegría del hogar, es el que me sube el ánimo cuando no he tenido un buen día, el que me saca los chocolates que guardo en el escritorio cuando no estoy y el que me ha enseñado que es más lindo estar feliz que triste. Ya no estoy junto al hombre que fue parte de mi felicidad, él jamás comprendió que el verdadero amor superaba fronteras, su cobarde partida me dolió, no pude decirle cuanto lo amé, jamás se enteró de lo que pasé para estar con él, cuando se fue me dolieron los golpes que recibí por amarlo.

De todo lo que viví ese primero de abril del 2006 solo me queda mi angelito y los lindos recuerdos de haber amado.



Esto fue un trabajo de expresión escrita, ojala les guste.



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