Ave del norte

En mis ojos habita un río,
es brillante y está lleno de temores.
Mis labios son un desierto en
medio de una hermosa primavera.
Mis oídos están rodeados de bellas
palabras que no son dirigidas para ellos.
La luna que me iluminó para amar,
hoy es mi fiel compañera en la soledad.
Las estrellas que fueron testigo de tus te amo,
hoy son una hermosa distracción para olvidar.
Las manos que acariciaron tu aspera piel,
son el guía del lápiz con el que escribo.


Me juraste amor eterno ave del norte,
un día decidiste partir a invernar en otro nido.
Ese paisaje que nos rodeó cuando me pedías volver a amarte
ha vuelto a ser primavera, pero con una flor menos,
la flor de nuestro amor, flor que se seco, porque mi corazón se aburrió de intentar salvarla sin tu amor.
Que nuestro pasado amor te guíe y te sirva para ver que jamás nadie te entregará ciegamente su alma, como yo lo hice.
Que seas feliz en donde estés traviesa ave del norte.














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